Proceso de adaptación

Adoptar a un perro abandonado es un gran paso y un momento clave en nuestra vida. SIn embargo, el proceso de adaptación de nuestro perro requiere tiempo y paciencia por nuestra parte.

Algunos perros se adaptan a su nuevo hogar muy rápidamente, mientras que otros pueden tardar más en asentarse. Así que, es un momento de reajuste tanto de la familia que adopta como del nuevo miembro peludo.

Recomendamos que durante las primeras dos semanas, el perro no pase mucho tiempo sólo en la casa y esté bajo la supervisión y compañia de un adulto. Si tienes que salir a trabajar, por favor asegurate que alguien puede estar con el perro ya que es un proceso de adaptación y el perro necesita tiempo para adaptarse a la rutina y a la nueva forma de vida.

De esta forma, poco a poco, se le puede ir dejando más tiempo sólo en casa de forma gradual, para evitar ansiedad por separación a largo plazo.

La paciencia es clave en los primeros meses ya que es un proceso de aprendizaje y adaptación tanto de la familia como el perro, pero os aseguramos que merece la pena.

Os dejamos aquí algunos consejos.

Antes de traer a tu perro a casa

Una vez que haya elegido al perro (o cachorro), asegurate de haber preparado todo en casa antes de recogerlo.

Es mejor conseguir ropa de cama, collares, correas, comida, juguetes y cualquier otra cosa que vaya a necesitar para su nueva mascota antes de que llegue a casa. Además, si tienes jardín, aseguráte de que es seguro y no hay posibilidad de fuga. No querrás perderlo, ¡ahora que lo tienes!

Si va a dejarle utilizar una terraza o un balcón, igualmente fíjate de que sea seguro, y no pueda saltar ningún muro ; así como de que haya refugio del calor y el frío.

Recuerda también que NINGÚN perro debe pasar horas solo en un balcón o terraza.

De camino a casa

Cuando hayas hecho tu elección y estés list@ para sacarlo de la protectora, llévalo directamente a casa. Por muy tentador que resulte hacer una parada para enseñar el nuevo perro a amigos y familiares, cuanto antes lo lleve a casa, antes podrá adaptarse a su nueva vida.

Proporcionarle calma y rutina hará que esto ocurra mucho más rápido.

Garantiza la seguridad

Asegúrate de que el perro lleva correa en todo momento mientras lo llevas a casa. Lleva a alguien que te ayude con el perro en el coche, ya que es más fácil lidiar con un perro nervioso e inseguro. Esto también te ayudará a pasar del coche a la casa sin preocuparse de que el perro intente escaparse.

No te precipites

Una vez en casa, no te apresures a meterlo dentro, deja que el perro olisquee un poco el jardín, el patio o el balcón (con correa).

Con un poco de suerte, querrá hacer sus necesidades, lo que le ayudará a entender dónde tiene que ir más tarde.

Dentro de casa

Cuando entres en casa, lleva al perro con correa durante un rato para introducirlo poco a poco en el nuevo entorno. Llévalo hasta donde está su cama, muéstrale dónde está el bebedero o el comedero y, en general, deja que se adapte. Quítale la correa sólo cuando consideres que el perro está cómodo, pero recuerda mantener las puertas cerradas al exterior, por si acaso.

Preséntalo tranquilamente

Trata de no agobiarlo, ¡los primeros días son los peores! Si es posible, presenta al perro a cada miembro de la familia por separado. Así tendrá la oportunidad de conocer la vista y el olfato de cada uno. No te precipites y considera unos días de adaptación. (¡Para ti y para el perro!)

¿Algún problema?

Si, tras un periodo de adaptación, tienes algún tipo de problema, busca ayuda. No hay nada malo en decir que las cosas no son exactamente como esperabas, y a veces basta con hablar con un adiestrador profesional para solucionar el problema, ¡para eso estan!